MODO DE PREPARACIÓN:

Relleno:

En una sartén con un fondo de aceite rehogar la cebolla picada muy fina. Incorporar la carne, también picada muy finamente, un poco de orégano y sofreír hasta que esté casi hecha. Retirar del fuego, escurrir bien y poner e un cuenco. Incorporar el queso rallado, el ajo machacado y el huevo batido y mezclar todo muy bien. Sazonar y reservar.

Masa:

Poner la harina y la sal en un cuenco, formar un volcán en el centro e incorporar los dos huevos, la clara y la cucharada de aceite. Mezclar todo bien añadiendo un poco de agua, si es necesario, para que la masa no quede demasiado seca. Amasar durante 10 minutos y dejar reposar otros 10 en la nevera. A continuación dividirla en 2 partes y extenderlas en forma de rectángulo dejándolas bastante finas.

Sobre una de las mitades de cada rectángulo colocar montoncitos de relleno a intervalos regulares y dejando entre ellos un espacio de unos 5-6 cm. para poder cerrarlos. Con la ayuda de un pincel, mojar con agua los bordes y los espacios entre los montones de relleno. Doblar sobre esta mitad del rectángulo la otra mitad libre de relleno, presionando por los bordes y las zonas humedecidas para que se pegue bien. Cortar con un cortapasta por las zonas pegadas. Proceder de la misma forma con el resto de la masa y el relleno.

Una vez cortados todos los raviolis, cocerlos en abundante agua con sal durante 8 a 10 minutos y escurrir. Servir caliente con la salsa de tomate aromatizada con albahaca.

Nota: si no se tiene tiempo, ni ganas, de hacer la masa, se puede sustituír por pasta fresca de lasaña o canelones, procediendo de la misma manera para elaborar los raviolis.