DESCRIPCIÓN DE LA FIESTA:
La ”Festa do Cabrito” coincide con los días grandes del carnaval, el sábado y domingo, en donde se puede degustar una de las riquezas culinarias de la zona, el cabrito, que se acompaña de otros productos como los chorizos y la bica mantecada. El domingo por la mañana, día grande del carnaval un desfile de ”folións”con bombos artesanales hechos de piel de cabrito e instrumentos musicales realizados con guadañas tradicionales que golpean con martillos amenizan la fiesta. Es la foliada una representación original en la que personajes típicos como los boteros, las ”señoritas”, o los ”vellos” (payasos) y otros personajes arropados por el folión escenifican esquemáticamente la vida de la colectividad, con un repaso crítico, con agudo sentido del humor, a toda la sociedad.

En este marco festivo, al mediodía la comida de celebración del cabrito asado es una fiesta abierta a todos los vecinos del municipio, unas sesenta familias, con una comida de confraternidad entre los vecinos en la que todas las pequeñas diferencias quedan olvidadas, es una fiesta del pueblo para el pueblo, lo que hace diferente esta celebración de las numerosas fiestas gastronómicas de Galicia, y en la que los visitantes pasan a ser considerados como unos vecinos más.

La iniciativa de recuperar esta celebración así como los folións y los boteiros partió en 1990 de la corporación municipal al completo, presidida por Ventura Sierra Vázquez, y está subvencionada integramente por el ayuntamiento quien se encarga de repartir invitaciones a todos los vecinos y familiares próximos que tengan relación directa con el municipio.

Y es que la cría de la cabra fue desde siempre un manjar apreciado para grandes celebraciones o también como diezmo que había que pagar a la Iglesia antiguamente.
En Vilariño y las parroquias de los alrededores muchas de las familias basan su economía y subsistencia en la cría de estos animales, de los que se ocupa cada familia en invierno pero que al llegar la primavera un pastor común contratado se ocupa de cuidar los de todos los vecinos, haciendo un gran rebaño que lleva cada día al monte, y que gracias a esta alimentación tan natural se consigue una carne exquisita.

Pero en la Feria Gastronómica no sólo podemos disfrutar del cabrito de montaña, sino productos típicos de la zona como miel, androlla, chorizos, empanadas de la zona, pan de centeno cocido en hornos comunales, conservas tradicionales, licores caseros y otros productos artesanos como los tejidos de lana y lino que podemos admirar en el Museo Etnográfico de la Casa de la Cultura.