DESCRIPCIÓN DE LA FIESTA:
El último domingo de julio se celebra en la carballeira de Santa Lucía, en Moraña, la Festa do Carneiro ó Espeto, una celebración gastronómica de fama nacional. A la sombra de los carballos centenarios, miles de personas se congregan para degustar esta especialidad culinaria elaborada de forma artesanal por expertos asadores
Es frecuente que en esta fiesta lleguen a juntarse más de 3.000 personas a la hora de la comida, por lo que a organización distribuye el día anterior las mesas y sillas para grupos de entre 20 y 30 personas. Estos grupos tienen que encargar con antelación el tradicional lote, que consiste en un cordero, dos empanadas, 16 litros de vino, pan y café, y hacer acto de presencia a las dos de la tarde para el sorteo de las mesas. La forma de preparar la comida, al estilo campero, la confraternización entre la gente que comparte el manjar y un marco de gran belleza natural alimentan la filosofía de la celebración.
No obstante, aquellos que no hayan encargado el tradicional lote, podrán igualmente degustar este producto en el bar que la comisión de fiestas instala en la propia carballeira. Otra posibilidad es acercarse a alguno de los muchos establecimientos hosteleros que ese día ofrecen la degustación del tan sabroso plato. Todo este ambiente festivo desemboca por la noche en actuaciones de música y bailes típicos

PRODUCTO

La peculiar manera de asar el cordero se ha convertido en todo un símbolo para este ayuntamiento y, según dicen los expertos, su secreto está en la sabiduría y en la paciencia, aunque también ayuda una salsa de vino blanco del país, vinagre, aceite, salsa de tomate, ajos y pimiento picante.
La forma de preparación se remonta a los años veinte, cuando un morañés jubilado, retornado de Argentina, comenzó a preparar comidas campestres a orillas del Umia. Esta persona asaba los corderos mediante un procedimiento que, en tierras gauchas, denominan espeto corrido o asador. El éxito fue tan rotundo que terminó por convertirse en una tradición de esta localidad. A partir de entonces, este plato ha ido adquiriendo cada vez mayor importancia hasta imponerse en muchas de las celebraciones y acontecimientos más importantes de la zona.
Los corderos se asan abiertos en canal y en forma de doble cruz sobre una estructura de hierro. La carne se dispone en círculos, o pequeños corros, de ocho o nueve ejemplares en torno a las brasas de madera de roble. Se asan muy lentamente, durante más de ocho horas, un proceso que permite despojar al animal de toda su grasa. La labor requiere una mano de obra especializada y conocedora de un ritual guardado con gran secreto.