DESCRIPCIÓN DE LA FIESTA:
La Festa dos Callos de Meis se celebra en Mosteiro el domingo más próximo al 11 de julio. La exaltación gastronómica de este plato tan típico de la zona coincide con la celebración de las fiestas patronales en honor a San Benito.
El escenario es el Campo da Feira, aunque el mal tiempo ha obligado en más de una ocasión a cambiar este lugar por el del pabellón de deportes.
Tradicionalmente, los callos eran el típico plato que se consumía los días de feria en esta localidad. Así que, a finales de los años ochenta, un grupo de vecinos decidió rescatar y promocionar una de las recetas más características de la villa. Lo que casi empezó como una fiesta de amigos y vecinos, con el tiempo se ha convertido en una celebración multitudinaria a la que acuden miles de personas procedentes de todos los puntos de Galicia. También es una cita a la que no faltan ilustres personajes de la vida cultural, social y política de la comunidad. La celebración comienza a primera hora de la mañana, aunque es al mediodía cuando tiene lugar la degustación de los callos. Por un módico precio, los visitantes reciben el guiso servido en una cazuela de barro y acompañado de pan y buen vino del país. Las actividades culturales, deportivas y lúdicas también están presentes en esta jornada de exaltación gastronómica.

PRODUCTO.

La preparación de los callos corre a cargo de tres expertos cocineros que son ayudados por los vecinos de la localidad. Normalmente, son veinte las personas que andan entre los pucheros. La comida, cuya elaboración comienza ya en la jornada anterior y no finaliza hasta las diez de la mañana del día de la fiesta, se hace en la cocina del colegio de primaria de Mosteiro que, además de contar con las instalaciones necesarias, se encuentra muy cerca del recinto ferial. Los callos de Mosteiro se elaboran con productos propios de la zona, todos ellos de excelente calidad.
Para preparar unos buenos callos a la gallega necesitaremos 500 gramos de garbanzos, un kilo de callos, una manita de ternera, dos chorizos, media cebolla, una cucharada de harina, otra de pimentón dulce, una pizca de pimentón picante, un poco de manteca de cerdo y sal. Después de poner los garbanzos a remojo durante diez o doce horas, se cortan los callos y la mano de ternera y cocemos todo en abundante agua. Cuando ya están tiernos se derrite la manteca de cerdo en una sartén y se agregan los ajos bien picados. A continuación, añadimos la cebolla picada, el pimentón dulce y el picante y la harina. Después de freír un poco, se le agrega un par de cucharadas del agua de los callos y echamos todo a la olla. Los chorizos se introducen en la cazuela en los últimos minutos de cocción y, finalmente, se sirven.