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QueimadaMODO DE PREPARACIÓN: Verter en un recipiente de barro el aguardiante, el azúcar y unas mondas de limón. La proporción tradicional es de 120 grs. de azúcar por cada litro de aguardiente, aunque a nosotros, personalmente, nos parece poco azúcar. Eso más bien va en el gusto. En cuanto a la cantidad total, hay que tener en cuenta que, al quemarse, el líquido se reduce aproximadamente a la mitad. En un cucharón en el que tendremos un poco de azúcar y aguardiente se prende fuego y se va acercando lentamente al recipiente hasta pasar el fuego a éste. A partir de aquí, debemos airear el líquido (levantarlo con el cucharón y dejar que vuelva a caer en el recipiente) para que se oxigene y arda (cuanto más tiempo arda menos fuerte será ya que se quemará más alcohol; las llamas irán perdiendo su color azulado). Si mientras se quema, cogemos un poco de azúcar del fondo y lo escurrimos dejando que se queme y forme un caramelo, le daremos un color tostado a la queimada. Como precauciones básicas: utilizar un cucharón que (además de no tener el mango de madera o de otro material fungible) no se caliente demasiado. Y, ¡ojo!, cuando se levanta y se deja caer el líquido con el cucharón, siempre salpica algo aunque apenas se vea, y puede quemar la ropa como si fuesen las ”muxicas” (pavesas) de las hogueras de San Juan. |
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