DESCRIPCIÓN DE LA FIESTA:
El topónimo de Herbón es el apellido que acompaña a los mejores pimientos. Por ese motivo, cada año desde 1978, la cosecha de este producto se celebra en la localidad padronesa con una gran fiesta. Así, el primer domingo de agosto se fríen el la carbolleira de Herbón miles de kilos de pimientos con motivo de esta importante jornada de exaltación gastronómica. La cita también incluye la degustación de otros productos, bien típicos de la zona o traídos incluso de otras regiones, como una muestra de hermanamiento entre los diferentes pueblos. Tampoco faltan los bailes y la música tradicional, que amenizan la jornada . A demás, la fiesta sirve de marco para un acto tan cargado de simbolismo gastronómico, como es la imposición de capas y medallas a los nuevos caballeros de la orden creada por y para este vegetal. Todos son relevantes e ilustres personajes de la vida política, social y cultural que prometen solemne lealtad, defensa y homenaje al producto de esta planta de origen americano.
En Arnoia se exaltan también las cualidades de otra variedad de pimiento con una fiesta que ha sido declarada de Interés Turístico. El área recreativa de A Queixeira es el escenario que acoge anualmente la degustación popular de pimientos cultivados en esta zona de la comarca ourensana de 0 Ribeiro. En este caso, los vecinos son los encargados de preparar, el primer fin de semana de agosto, deliciosas y variadas recetas que tienen como protagonista este producto. La primera edición de esta exaltación tuvo lugar en 1980, y desde entonces se ha convertido en cita obligada para los amantes del pimiento.


PRODUCTO.

La semilla de los pimientos de Padrón fue traída por los monjes franciscanos desde México en el siglo XVI. Sin embargo, las condiciones del terreno, el clima y las técnicas de cultivo que se dan en esta localidad hacen que estos pimientos sean inimitables por su sabor y su picante moderado.
Los padroneses juran y perjuran que sus pimientos no suelen picar, aunque según el dicho os pementos de Padrón, uns pican e outros non. Lo que no hay que olvidar es que en agosto existen más posibilidades que en el mes de julio de que eso ocurra. La receta, prácticamente única, para todos estos pimientos requiere su paso por la sartén y no presenta demasiadas dificultades. Primero hay que cerciorarse de que la bolsa que suele traer un ciento, es de Padrón. Después se lavan y se secan muy bien. En una sartén, con una razonable cantidad de aceite de oliva, se echan los pimientos cuando la temperatura de éste aún no sea muy alta. Se tapa la sartén y se dejan hacer un par de minutos. Después, se les da la vuelta y se fríen unos minutos más. No han de quedar crudos pero tampoco quemados. Retiramos los pimientos y les añadimos un poco de sal fina. El toque sibarita consiste en echar unos granos de sal gorda... da gusto romperlos en la boca.

En lo referente al pimiento de Arnoia, que goza de la patente de Producto Galego de Calidade, cabe decir que es un pimiento grande, de sabor suave y de un color verde poco intenso que hace de él un producto inimitable, fruto del microclima de los valles de A Arnoia y de los exquisitos cuida dos que día a día le prodigan los agricultores.